La Fiscalía venezolana revelará este lunes la identidad de seis personas detenidas por supuestamente intentar asesinar al presidente Nicolás Maduro con drones cargados de explosivos, una denuncia por ahora con más sombras que luces.

Maduro tiene previsto reaparecer en tarima este lunes para recibir una marcha de partidarios en el palacio presidencial de Miraflores, en el centro de Caracas, en "repudio" al intento de "magnicidio".

Anticipando una "sanción implacable", el fiscal general, Tarek William Saab, de línea oficialista, dijo que entregará detalles sobre el "atentado" del que salió ileso Maduro el pasado sábado durante una parada militar en Caracas.

Saab presenció el incidente desde la tribuna donde el mandatario socialista daba un discurso cuando explotó uno de los dos drones, hiriendo a siete militares, según el gobierno.

El presidente aseguró el sábado que detrás del incidente estaba su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, cuyo gobierno tachó de "absurdos" los señalamientos.

Un informe policial al que tuvo acceso la AFP identifica a uno de los hombres como César Saavedra, quien fue apresado cerca de un edificio residencial donde estalló el otro artefacto.

Están "plenamente identificados los autores materiales e intelectuales" dentro y fuera del país, aseguró el domingo el ministro de Interior, Néstor Reverol.

Un supuesto grupo de militares y civiles rebeldes, identificado como Movimiento Nacional Soldados de Franelas y hasta ahora desconocido, se atribuyó el ataque.

Reverol vincula a uno de los detenidos con el asalto al Fuerte Paramacay (estado Carabobo), ocurrido hace exactamente un año y durante el cual una veintena de hombres sometió a militares de esta estratégica base despojándolos de 21 fusiles.

La irrupción en Paramacay fue reivindicada por el policía Óscar Pérez, abatido junto a otras seis personas el pasado 15 de enero, seis meses después de protagonizar un cinematográfico ataque desde un helicóptero. Pérez lanzó entonces dos granadas sobre la sede del máximo tribunal y disparó contra el Ministerio de Interior en Caracas, sin dejar heridos.

- "Criminalización de opositores" -

Maduro que confronta un fuerte rechazo popular por la debacle económica, con escasez de alimentos y medicinas y una inflación que llegará a 1.000.000% en 2018, según el FMI, sostiene que los "financistas" del plan están en Estados Unidos y que la orden de atacarlo vino de Bogotá.

El mandatario pretende "reforzar su narrativa de que la crisis se debe a actores externos de Colombia y Estados Unidos", aseguró a la AFP el director de Diálogo Interamericano, Michael Shifter.

Washington negó cualquier participación en el hecho, mientras Cuba, Bolivia, Siria, Irán, Turquía y Rusia se solidarizaron con su aliado venezolano.

Maduro guardó silencio sobre el caso el domingo, y en su lugar tomó la palabra el alto mando militar para reiterarle su "irrestricta lealtad".

Con gran poder político y económico, la Fuerza Armada es considerada el principal sostén del mandatario, cuya reelección el pasado 20 de mayo desconocen la oposición y gran parte de la comunidad internacional.

En tanto, en el ambiente sigue la amenaza del presidente de perseguir a los responsables con mano de hierro, lo que la oposición consideró el presagio de una ola represiva en un país con unos 248 "presos políticos".

Es un "intento de criminalizar a quienes legítima y democráticamente se le oponen y profundizar la represión", denunció el opositor Frente Amplio.

- Zona gris -

El ministro Reverol sostuvo que cada dron estaba cargado con un kilo de explosivo C4. Uno fue desarticulado con inhibidores de señal cerca de la tarima presidencial, afirmó, mientras que el otro perdió el control e impactó en un edificio cercano al acto, dejando una columna de humo.

La televisión gubernamental difundió una imagen en la que se ve a Maduro desorientado tras la explosión del artefacto, junto a su esposa Cilia Flores y altos funcionarios.

Luego de eso es evacuado por sus escoltas, que lo protegen con escudos antibala, y tras un segundo estallido se ve a decenas de militares corriendo asustados.

"Estas imágenes de los soldados corriendo no favorecen a Maduro. Reflejan a un mandatario y gobierno precarios y vulnerables", consideró Shifter.

Pese a los detalles entregados por las autoridades, quedan varias dudas.

Aunque Reverol explicó que ambos drones estaban controlados por "terroristas", el fiscal sostuvo que uno de esos aparatos grababa el acto. "Pude observar cómo el dron que filmaba los hechos explotó", dijo a CNN.

En Venezuela se requiere un permiso para manipular drones y, en todo caso, es difícil que particulares puedan maniobrarlos durante actos oficiales.

Al negar cualquier participación de Estados Unidos en el incidente, John Bolton, consejero de Seguridad Nacional de Donald Trump, afirmó que pudo haber sido provocado por "como un pretexto montado por el régimen mismo o cualquier otra cosa".

"No hay un órgano independiente que haga una investigación seria", comentó el analista Luis Salamanca, al recordar que el gobierno controla prácticamente todas la instituciones.